Chicago, la tercera ciudad en tamaño de los EE.UU., está a punto de instalar un nuevo conjunto de sensores de "ciudad inteligente". Según Wired, científicos del Urban Center for Computation and Data (UCCD) de la universidad de Chicago y del Laboratorio Nacional de Argonne, gestionado por el gobierno federal, planean conectar una red de 40 instalaciones de sensores inteligentes a los postes de la luz en tres campus de la ciudad. En última instancia se podrían añadir mil más, pero seguirían cubriendo sólo una fracción de la ciudad.
El proyecto, denominado Array of Things (AoT) o "matriz de las cosas", proporcionará datos en tiempo real sobre el entorno, la infraestructura y la actividad de la ciudad que se utilizarán, según los creadores del proyecto, para investigación y uso público. Entre otras cosas, se medirán la temperatura, la humedad, el monóxido de carbono y los niveles de dióxido de nitrógeno, además de la luz, la vibración y el sonido ambiente.
Falta desarrollar aplicaciones que saquen provecho de esos datos
Sin embargo, todavía faltan aplicaciones útiles y prácticas para todos estos datos. Puede que las condiciones meteorológicas en tiempo real hiperlocales sean útiles de vez en cuando, pero otros ejemplos resultan menos convincentes: como el uso de sensores para mejorar nuestros paseos por la acera --registrando el tráfico peatonal o el alumbrado público--, en lugar de simplemente usar los ojos para ver la calle.
"Nosotros lo vemos como una plataforma para estudiar la ciudad", señala el director del proyecto, Charlie Catlett. "Después, ya es responsabilidad de los desarrolladores que se encuentran en nuestra ciudad (algunos de los cuales ya se han puesto en contacto con nosotros) el convertir esos datos en aplicaciones útiles y significativas para los usuarios". En otras palabras: nosotros vamos a construir la red y a proporcionar los datos, pero depende del mercado el hacer algo útil con ellos.
Todavía está por ver si los individuos y las empresas pueden encontrar una verdadera utilidad a estos datos cuando tengan acceso a ellos. Si las plataformas de las ciudades inteligentes tienen éxito, algunos de los productos resultantes podrían convertirse en grandes negocios y, quizá, mejorar también la seguridad y la calidad de vida.
Algunas ciudades ya están utilizando los datos de forma productiva
En algunas ciudades, los gobiernos ya están utilizando los datos de los sensores de forma productiva. En Río de Janeiro, por ejemplo, miles de sensores repartidos por toda la ciudad registran diversos datos, desde los niveles de agua de la calle a los atascos de tráfico. Los datos se transmiten a una central, conocida como Centro de Operações (Centro de operaciones), en donde los funcionarios de la ciudad utilizan los datos para tomar decisiones en tiempo real sobre las emergencias o sucesos pendientes a medida que ocurren.
Habrá que observar de cerca el experimento de Chicago para ver:
- Qué hacen los desarrolladores con los datos proporcionados por estos sensores inteligentes.
- Qué datos echan en falta tener los desarrolladores.
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