Se llama Micro Climate Monitoring System (MCMS) y, en vista de los problemas de contaminación cada vez más frecuentes en la mayoría de las grandes ciudades de todo el mundo, podría suponer toda una revolución en su campo.
Mediante una combinación de sensores especializados y software el sistema es capaz de medir con precisión y rapidez diferentes parámetros relacionados con la calidad del aire y enviarlos a los funcionarios municipales para que tomen las medidas oportunas para mejorar la calidad del aire en función de los datos recibidos.
Su principal ventaja es que, a diferencia de los sistemas de control de la calidad del aire tradicionales, que requieren la instalación de grandes infraestructuras y enormes inversiones de dinero, el sistema de Bosch es muy eficaz y fácil de implementar, dado que no necesita ninguna infraestructura, reduciendo considerablemente los costes.
En realidad, consiste en una serie de dispositivos compactos con múltiples sensores e inalámbricos, conectados entre sí y con la oficina central municipal pertinente, ya sea por cable o mediante redes WiFi y GSM.
Estos dispositivos están preparados para medir:
- La presencia de diversos contaminantes, como partículas, monóxido de carbono, dióxido de carbono, óxido nítrico, dióxido de nitrógeno, dióxido de azufre y ozono.
- Parámetros medioambientales, como la temperatura, la humedad relativa, la luz (incluyendo la ultravioleta), el ruido y la presión.
Se puede consultar información más detallada sobre el sistema en este enlace de Intel.
Fuentes:
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