19 enero, 2016

Nueva York empieza por fin la instalación de su red Wi-Fi pública de alta velocidad

En 2014, la ciudad de Nueva York anunció que reemplazaría sus obsoletas cabinas telefónicas por unas nuevas torres de Internet para crear una red Wi-Fi pública que proporcionaría acceso a Internet de alta velocidad a sus viandantes. La implementación de la red, pospuesta varias veces por motivos diversos, parecía haber sido abandonada pero, finalmente, gracias a un impulso de Sidewalk Labs, de Google, se ha puesto en marcha la instalación de los puntos de acceso “a finales de 2015” como estaba previsto, aunque casi fuera de plazo.


Empieza la instalación de LinkNYC
Fuente: link.nyc



El 28 de diciembre de 2015 se instaló el primer punto de acceso Wi-Fi del proyecto LinkNYC en Manhattan, concretamente, en el cruce de la calle 15ª con la 3ª avenida, cerca de Union Square. En realidad, la instalación de esta torre de Internet, apenas unos días antes del cambio de año, parece una medida un tanto forzada e in extremis para cumplir los plazos anunciados. En cualquier caso, se espera que haya otros 500 puntos de acceso instalados a mediados de julio de 2016, distribuidos por los cinco distritos de la ciudad. A medida que se vayan instalando, serán necesarias entre una y dos semanas de pruebas, antes de que los ciudadanos puedan utilizarlos para acceder a Internet. La red completa contará con más de 7.500 puntos de acceso en toda la ciudad; una cifra muy elevada, pero en todo caso inferior a los 10.000 anunciados al inicio del proyecto.

Los inversores de LinkNYC planean gastar alrededor de 200 millones de dólares en la construcción de la red, que se espera pueda estar terminada en ocho años.

Además de servir como punto de acceso Wi-Fi a Internet, cada torre incluirá: puertos USB para la recarga de dispositivos móviles; una pantalla táctil con SO Android para que los usuarios puedan navegar por Internet, consultar mapas y hacer llamadas locales gratuitas; y dos pantallas publicitarias de 55 pulgadas en las que se mostrarán anuncios y con las que se espera, no solo financiar los costes del proyecto, sino también, obtener más de 500 millones de ingresos por publicidad a lo largo de los próximos 12 años.


Torre de Internet de LinkNYC
Fuente: link.nyc



Los puntos de acceso instalados todavía no incluyen la pantalla táctil para navegar por Internet ni permiten realizar llamadas gratis, pero los anuncios y folletos publicitarios del proyecto aseguran que pronto estarán disponibles ambas funciones.

Una vez estén en funcionamiento los puntos de acceso, los usuarios podrán acceder de forma totalmente gratuita con sus teléfonos móviles, tablets, portátiles y relojes inteligentes a una conexión Wi-Fi segura y cifrada, y navegar a velocidades de gigabits siempre que se encuentren dentro del radio de alcance de unos 45m desde cualquier torre.

Por el momento, los puntos de acceso se encuentran en fase de pruebas. A lo largo de esta fase, los ciudadanos podrán probar su funcionamiento y enviar posibles quejas y sugerencias que permitan a sus creadores mejorar la experiencia.





Punto de acceso de LinkNYC
Fuente: link.nyc


 
El proyecto surgió como resultado de un concurso organizado por el antiguo alcalde Bloomberg para reinventar las cabinas telefónicas de la ciudad. CityBridge, el consorcio de inversores que presentó LinkNYC, formado por cuatro empresas: Control Group, Titan, Qualcomm y Comark; ganó el concurso y recibió el encargo de crear el servicio.

A lo largo del último año, las empresas del consorcio CityBridge han sufrido algunos cambios: Control Group, creadora de la interfaz de los nuevos puntos Wi-Fi y Titan, que supervisaba la publicidad con la que se financia el proyecto se fusionaron el verano pasado para formar Intersection, que poco después fue adquirida por un consorcio de inversores liderado por la startup Sidewalk Labs, una compañía creada por Google en junio de 2015 y cuyo objetivo es impulsar la innovación en las ciudades. Y en septiembre, Comark lanzó Civiq Smartscapes, que proporciona los terminales que están reemplazando a las cabinas telefónicas de Nueva York, por lo que el consorcio actual está formado por el fabricante de procesadores Qualcomm, Civiq Smartscapes e Intersection.


Todo esto ha hecho que la implantación de la red se haya ido retrasando. Además, diversas noticias publicadas desde el anuncio del proyecto han generado gran controversia en relación con:

  • La falta de dispositivos compatibles: En el momento del anuncio, apenas existían dispositivos en el mercado compatibles con las velocidades de conexión anunciadas, similares a las de las fibra óptica instalada por Google en las ciudades que forman parte de su proyecto Google Fiber y hasta 20 veces más rápidas que las conexiones de banda ancha promedio de la ciudad de Nueva York. Y sigue sin haber muchos, por lo que poca gente podrá disfrutar de esa conexión.
  • La imposibilidad de desplazarse por la ciudad conectado a Internet como proponía el proyecto inicial: La idea inicial era que los dispositivos pudiesen ir cambiando de punto de acceso a medida que la persona se desplaza, de forma que los ciudadanos pudiesen moverse por la ciudad sin perder la conexión a Internet. Sin embargo, la realidad será muy distinta, al menos al principio, porque las torres tienen un alcance limitado y en muchas zonas de la ciudad estarán demasiado separadas entre sí para que eso sea posible.
  • La discriminación de los barrios más pobres en términos de velocidad: si bien los cinco distritos de Nueva York tendrán conexión a Internet con la nueva red Wi-Fi, el actual alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, ha reconocido que sólo los distritos más ricos y concurridos como Manhattan, disfrutarán de las altas velocidades anunciadas; otros barrios como Brooklyn, Queens o el Bronx, tendrán velocidades de conexión inferiores (hasta 10 veces más lentas que las de Manhattan), al menos al principio. El motivo, al parecer, es que el sistema se financiará con publicidad y los anunciantes prefieren anunciarse en las zonas más ricas.
  • Las protestas de los defensores de la privacidad: el proyecto inicial incluía el envío indiscriminado de anuncios por Bluetooth a los dispositivos de todos los ciudadanos que pasasen cerca de las torres sin su permiso. Las quejas de los defensores de la privacidad han obligado a Intersection, la compañía encargada de la fabricación de las torres, a retirar esa conexión Bluetooth. Por su parte, el consorcio CityBridge ha presentado una sólida política de privacidad y ha asegurado que los datos recogidos de las conexiones de los usuarios, que son muchos, se almacenarán de forma anónima y nunca se compartirán con terceros, sino que se utilizarán únicamente para el funcionamiento y mejora del servicio y para mostrar a los usuarios publicidad orientada.




Finalmente, gracias al impulso de Sidewalk Labs se ha retomado el proyecto y parece que a lo largo de los próximos años podría llegar a buen puerto.

El apoyo de Sidewalk Labs, forma parte de una iniciativa mayor de Google para transformar las telecomunicaciones en los EE.UU. Otros proyectos anteriores de dicha iniciativa son Google Fiber, con el que Google construyó una red de fibra súper rápida en varias ciudades del país, entre ellas Kansas City y Austin; o la creación de su propio servicio de telefonía móvil, Project Fi.



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