China construirá una ciudad donde nadie tendrá que conducir fuera de Chengdu, en China central. Un sitio de 78 millones de pies ha sido elegido para un tipo poco convencional de construcción. Una ciudad construida desde cero, para 80.000 personas las cuales no necesitaran un coche para desplazarse.
Podemos ver como va la evolución del plan de construcción y sus fotografías.
Esta ciudad es un plan ambicioso diseñado para limitar su impacto ambiental, la producción de una energía limpia, la reducción de residuos y el fomento del transporte público sobre el uso del automóvil.
Este proyecto es obra de Adrian Smith y Gordon Gill, quienes señalan que los funcionarios chinos de planificación están empezando a ver que los efectos del automóvil dependen del diseño y estos están abiertos a unas mejores alternativas de expansión urbana.
Car- Free City es el apodo que se ha dado a este proyecto, aunque este nombre no sea del todo acertado. Los arquitectos señalan que será una ciudad donde el coche no sea necesario, pero estará permitido su conducción.
Este plan incluye buenas ideas, la mitad del espacio vial se reservará para el tráfico no motorizado y el servicio de transporte eléctrico hará que la gente que no pueda o no quiera caminar pueda moverse por la ciudad. Todas las viviendas estarán dentro de un paseo que estará a dos minutos de un parque público.
Un “ecoparque” que tratará las aguas residuales, los desechos sólidos y la generará energía. La tierra fuera de la ciudad se reservará para la agricultura, la fauna será protegida y los edificios serán diseñados para maximizar el uso de la energía eólica, los planificadores decidieron que el clima brumoso de Chengdu no es bueno para la energía solar.
Los dos creadores del proyecto esperan reducir el uso de energía en un 48%, el consumo de agua en un 58% y la producción de residuos en un 89% menos, comparando con el desarrollo convencional de una población similar.
Más allá del impacto ambiental, Smith y Gill han diseñado también para proveer a los residentes de unas viviendas asequibles, educación y atención médica para todos los que se encuentren en el centro de la ciudad con el fin de fomentar una convivencia cívica floreciente.
¿Puede una ciudad que es construida con tanta rapidez resistir el paso del tiempo? ¿Qué pasa si los residentes no se comportan como se esperaba? Si funciona esta ciudad ¿Qué podría hacer China para trasladar este programa a toda la población de las ciudades más antiguas?
Teniendo en cuenta la velocidad a la que China se está urbanizando, un plan probado para reducir al mínimo el impacto ambiental de las ciudades nuevas valdría mucho.
Para ver artículo original visitar: “China Is Building A Huge Eco-City Where No One Will Need To Drive”
Podemos ver como va la evolución del plan de construcción y sus fotografías.
Esta ciudad es un plan ambicioso diseñado para limitar su impacto ambiental, la producción de una energía limpia, la reducción de residuos y el fomento del transporte público sobre el uso del automóvil.
Este proyecto es obra de Adrian Smith y Gordon Gill, quienes señalan que los funcionarios chinos de planificación están empezando a ver que los efectos del automóvil dependen del diseño y estos están abiertos a unas mejores alternativas de expansión urbana.
Car- Free City es el apodo que se ha dado a este proyecto, aunque este nombre no sea del todo acertado. Los arquitectos señalan que será una ciudad donde el coche no sea necesario, pero estará permitido su conducción.
Este plan incluye buenas ideas, la mitad del espacio vial se reservará para el tráfico no motorizado y el servicio de transporte eléctrico hará que la gente que no pueda o no quiera caminar pueda moverse por la ciudad. Todas las viviendas estarán dentro de un paseo que estará a dos minutos de un parque público.
Un “ecoparque” que tratará las aguas residuales, los desechos sólidos y la generará energía. La tierra fuera de la ciudad se reservará para la agricultura, la fauna será protegida y los edificios serán diseñados para maximizar el uso de la energía eólica, los planificadores decidieron que el clima brumoso de Chengdu no es bueno para la energía solar.
Los dos creadores del proyecto esperan reducir el uso de energía en un 48%, el consumo de agua en un 58% y la producción de residuos en un 89% menos, comparando con el desarrollo convencional de una población similar.
Más allá del impacto ambiental, Smith y Gill han diseñado también para proveer a los residentes de unas viviendas asequibles, educación y atención médica para todos los que se encuentren en el centro de la ciudad con el fin de fomentar una convivencia cívica floreciente.
¿Puede una ciudad que es construida con tanta rapidez resistir el paso del tiempo? ¿Qué pasa si los residentes no se comportan como se esperaba? Si funciona esta ciudad ¿Qué podría hacer China para trasladar este programa a toda la población de las ciudades más antiguas?
Teniendo en cuenta la velocidad a la que China se está urbanizando, un plan probado para reducir al mínimo el impacto ambiental de las ciudades nuevas valdría mucho.
Para ver artículo original visitar: “China Is Building A Huge Eco-City Where No One Will Need To Drive”
No hay comentarios:
Publicar un comentario